La mayoría de las personas tiene un congelador en su casa, pero es muy común que no lo sepan utilizar bien, y no le sacan todo el provecho.
Según la Agencia de Seguridad Alimentaria de Reino Unido (FSA, por sus siglas en inglés), solo en este país se botar alrededor de siete millones de toneladas de alimentos al año.
Una de las principales razones de estas cifras, son los "miedos infundados" que tienen muchos consumidores con respecto al uso del congelador.
Estos son unos de los principales mitos que hacen que algunos consumidores boten la comida de forma innecesaria.
1. No se puede congelar después del día de compra
Esto es bastante común en los hogares, donde las personas creen que no se puede congelar el producto después del día de compra.
Pero, te tenemos una buena noticia, sí puedes congelar la mayor parte de los alimentos después del día en que lo compras. Siempre y cuando sea antes de que se cumpla su fecha de caducidad. Lo peligroso vendría siendo que lo congeles estando ya vencido.
Es por eso, que la agencia recomienda "congelarlos tan pronto sepas que no los vas a consumir", para evitar tener que botarlos a la basura más adelante. Eso sí, esto es sólo una recomendación, no es necesario que lo hagas.
Se aconseja que cuando saques algo para descongelar, lo hagas despacio, preferiblemente en la nevera durante la noche para así reducir el riesgo de que crezcan bacterias dañinas para la salud. Esto se debe a que cuanto más cálida sea la temperatura, más activas están las bacterias.
"Si la necesitas rápido, se puede descongelar en el microondas, pero comprueba que no hay trozos congelados o fríos en medio", explica el director de política de la FSA, Steve Wearne.
2. No se pueden volver a congelar los alimentos que ya fueron descongelados
Esto también es una creencia muy común en las casas. Esto se debe a que los alimentos que los vuelven a congelar, pueden causar problemas digestivos tras ser nuevamente descongelados, esto gracias a la multiplicación de bacterias.
La solución para este problema, es cocinar los alimentos. Una vez preparados los platos, vuelve a congelarlos para así consumirlos otro día.
Asegúrate de que cocinas todos los ingredientes a una elevada temperatura. El calor extremo mata las bacterias.
Después de esto, espera a que se enfríe antes de meterlo de nuevo al congelador, ya que si lo metes cuando todavía está caliente, esto aumentará la temperatura del congelador y puede hacer que otros alimentos empiecen a descongelarse.
Una vez descongelados, los alimentos pueden guardarse en la nevera de forma segura hasta 24 horas.
Los alimentos descongelados se estropean de igual forma que si fueran frescos, así que hay que tratarlos de la misma manera. Nunca vuelvas a congelar carne cruda, incluido el pollo, si no lo cocinas antes.
3. Hay muchos alimentos que no se pueden congelar
Según la organización británica contra el desperdicio de alimentos, "Love Food, Hate Waste", se puede congelar casi todo: la fruta, los chiles, las papas o el pan, son algunas de las comidas que no deberían tener ningún problema.
Lo más probable es que nunca te lo hubieses imaginado, pero otros como los frutos secos, la harina, la leche o el aguacate, también pueden congelarse.
Incluso se puede congelar el queso, con la excepción del queso blando, porque la textura se vuelve un poco rara.
Sin embargo, existen otros alimentos que no se recomienda congelar. Como por ejemplo, las salsas que lleven huevo, el ketchup, las hierbas, la lechuga, y algunas frutas con alto contenido de agua como el tomate o el pepino.
En el caso del arroz, la FSA dice que debería ser servido y consumido inmediatamente después de cocinarlo.
Pero si sobra una parte, hay que "enfriarlo rápido, luego ponerlo en la nevera o congelarlo si se va a consumir más de un día después".
Cuando vayas a consumirlo después de congelado, caliéntalo hasta la ebullición antes de comerlo.
4. Una vez en el congelador, hay que consumirlos rápido
Esto es completamente falso. Generalmente, las bacterias sobreviven a la congelación, pero se vuelven inactivas debido a las bajas temperaturas y a la falta de agua disponible.
Por esto, los alimentos pueden almacenarse en un congelador durante largos periodos de tiempo sin estropearse.
La seguridad del producto no empeora, pero el sabor y la textura sí, éstas tienen consecuencias debido a los daños que producen los micro cristales que se forman al congelarse el agua que contienen alimentos.
La FSA recomienda consumirlos "entre los tres y los seis meses" después de haber sido congelados, a no ser que las instrucciones en el paquete digan otra cosa.
Pero si se pasa este periodo, ¡esto no significa que haya que botarlos a la basura!
Si un pedazo de carne, por ejemplo, lleva mucho tiempo congelado, lo mejor es marinarlo antes de cocinarlo, para mejorar su textura, o utilizar hierbas o especias para añadir sabor.
¡Esperamos que te hayan ayudados estos consejos! Si te gustaron estas recomendaciones, compártelo con tus amigos.