El ritmo de vida de la mayoría de las personas impide muchas veces que todos los días sean de cocinar, por lo que muchas personas optan por congelar sus alimentos o por comprar en el supermercado los productos preparados que vienen en ese formato.
Por lo mismo, muchas dudas se han creado en torno a los beneficios y las efectos negativos que pueden tener en el organismo, ya sea por el impacto en las propiedades nutritivas o por cuán frescos están aunque estén fríos.
Ante esto la licenciada en nutrición Alejandra Caponi, explicó a Infobae, los ocho mitos y verdades en torno a este tipo de productos ¡Conócelos!
1. Las frutas y verduras pierden sus propiedades al ser congelados
MITO, puesto que la mayoría de estos alimentos mantienen sus nutrientes, sabor, color y textura si se congelan.
2. Son mejores los congelados que ya vienen preparados
MITO, dado que los productos ya congelados incluyen aditivos, sal y conservantes dañinos para el organismo; mientras que lo que se congela en casa no precisa ningún elemento extra.
3. Es lo mismo usar una bolsa plástica que una especial para congelar
MITO, puesto que las segundas están hechas precisamente para eso, por lo que no se modifican con la temperatura y tienen un sello hermético que ayuda a la seguridad del producto.
4. Es mejor descongelar a temperatura ambiente
MITO y VERDAD, ya que depende la "temperatura ambiente" depende de la ciudad o lugar que nos encontremos. Por tanto, lo recomendable es pasar el producto del congelador al refrigerador y dejar que allí se descongelen los alimentos. Otra opción es sumergir el recipiente o bolsa sellada en agua fresca (nunca caliente). También se puede en el microondas, pero se corre el riesgo de que el proceso se pase unos segundos, arruinándolo todo.
5. Un alimento que se descongela no debe volver a congelarse
VERDAD, puesto que el proceso de descongelado favorece la multiplicación bacteriana, por lo que existe riesgo de de una intoxicación alimentaria si se repite el proceso. Por lo mismo, un alimento descongelado debe consumirse lo antes posible.
6. La congelación deteriora la textura de los alimentos
MITO y VERDAD, dado que depende del alimento. La mayoría de las carnes, frutas y verduras no sufren cambios; mientras que otros como los que contienen almidón como papas o plátano, pueden sufrir modificaciones ante las bajas temperaturas, adquiriendo una textura viscosa. Tampoco deben congelarse la mayonesa ni las salsas grasas, pues el frío separa el agua de la grasa. También puede ocurrir que aparezcan manchas de color oscuro o cambios de consistencia por erosión de frío, lo que ocurre por la deshidratación del alimento.
7. Mejor fresco que congelado
VERDAD, puesto que no hay duda de que siempre es mejor un producto fresco que haya sufrido el mínimo de manipulación, aunque no se puede negar que muchos congelados mantienen los nutrientes, sabor, calor y textura, garantizando que se puedan consumir pese a no ser de la estación.
¿Tú qué prefieres comer? ¿Congelados o naturales?