Mudarse solo o sola por primera vez es intenso, divertido pero implica mucha más responsabilidad y esfuerzo de lo que estamos acostumbrados cuando vivimos con nuestros padres o nuestra familia. Por eso aquí hay una serie de consejos que el sitio elmeme.net ha dado y que nosotros hemos querido complementar, para que pueden servirte a la hora de independizarte.
1. Una lista de contactos y teléfonos de deliverys claves.
No importa el celular, la previsión sirve para estos casos así que si puedes tener una agenda escrita a mano como en la vieja escuela, sería ideal. Allí tienes que tener todos los números que en una emergencia pueden servirte, desde un médico hasta un electricista. Un cerrajero y la farmacia de turno también son imprescindibles. Por otro lado, lugares de comidas que lleguen a tu nuevo hogar, te juro que el día que se corté la electricidad y no tengas acceso a tu teléfono móvil, nos vas a agradecer el consejo.
2. Una caja de herramientas
No importa el género, si eres un haz de la plomería o un desastre que nunca supo cambiar una bombita de luz, la caja de herramientas te servirá mucho más de lo que creés. En principio porque apenas te mudas, te darás cuenta de la cantidad de cosas y cositas que quieres hacerle. Ya sea por decoración o practicidad, tener a mano un martillo, una pico de loro, tornillos y clavos, será un acierto.
3. Un botiquín
Estar enferma u enfermo dejará de ser lo que era y se convertirá en otra cosa. Tener fiebre en la casa de nuestros padres o de nuestra familia era horrible pero al menos había quien nos preparara un tecito o nos diera paños fríos para bajar la temperatura. Ahora que vives solo/a, la cosa cambia y tienes que estar preparado/a. Desde aspirinas e ibuprofeno hasta un termómetro y bicarbonato de sodio para la acidez. Curitas, antigripales, gasas, cinta adhesiva y relajantes musculares te salvarán cuando sientas que no puede moverte y tienes que hacerlo. Te querrás mucho cuando en el medio de la noche te duele un oído y tengas en tu baño una solución rápida para calmar el dolor. Luego, por supuesto, tienes que ir al médico, pero para salir de paso, es necesario.
4. Dos o más copias de llaves
Lo cierto es que al principio cuesta acostumbrarse a que en casa la única persona responsable y de quien todo depende, es de uno/a mismo/a, entonces puede suceder que nos quedemos afuera, que nos olvidemos la llave o directamente la perdamos para siempre y ahí, ¿quién podrá defendernos? Bueno, es genial que alguien de tu familia o algún amigo que viva cerca tenga un juego de llaves auxiliar que te salve. Aunque el teléfono del cerrajero es igual de útil, juro que es mil veces más caro que ser previsora.
5. Comprar algunas cosas de más
Un rollo de papel higiénico, una pasta dental, un desodorante, bolsas para la basura, servilletas. Todos esos elementos deberían, en la medida de lo posible, tener uno de más, uno que sobre, para cuando se acabe y te hayas olvidado de comprar más. No tener servilletas o dentífrico, puede ser bastante problemático e incómodo.
6. Cositas salvadoras en el freezer
Todo lo que se pueda congelar, será congelado. Ese es uno de los principales mandamientos. No tienes idea de lo genial que te sientes y lo mucho que te quieres cuando llegas de madrugada a tu casa sin haber cenado, abres el refrigerador y encuentras que tu cena se puede resolver en menos de cinco minutos con nuestro mejor amigo el microondas. Pollo, carne, verduras, pan. Todo lo que imagines se puede congelar y servirá para otra batalla.
7. Tener varias conservas en la alacena
Desde fideos hasta arvejas. Las conservas serán tus aliadas a la hora de cocinar algo rápido e improvisadamente. De hecho, puedes hacer un mezcladito y reunir todo lo que tienes en la heladera (en la medida de lo posible que combine un poco ya que ananá con chocolate puede ser raro) y a veces salen cosas muy ricas y sabrosas. Puede fallar igual.
8. Ser buen/a vecina/o
Así como tener buen trato con el encargado o portero del edificio en el que vives es muy importante, ser cordial y amigable con los vecinos puede darte muchas satisfacciones y evitar muchísimos dolores de cabeza. Si vas a realizar una fiesta de inauguración de tu nueva casa, es importante avisar al menos en tu piso que esa noche habrá ruidos. No escuchar música a todo volumen en días de la semana puede ayudar a crear un clima calmo entre todos, el respeto por el silencio ajeno y la tranquilidad, se retribuyen muy bien luego. Una linda presentación, una sonrisa y un buen trato, pueden asegurarte cero problemas en un futuro cercano. Tener de enemigo a un vecino o vecina, es tan terrible que hay películas y series hechas al respecto.