Las nuevas tecnologías han cumplido un rol indispensable durante la situación sanitaria actual al permitir que las empresas continúen sus operaciones sin poner en riesgo su productividad y su rentabilidad. Ejemplo de ello son los productores de alimentos y bebidas que han comenzado a disfrutar de las ventajas de la fabricación inteligente a un ritmo cada vez más mayor, reconociendo el valor de la conectividad.
Para las empresas de alimentos y bebidas, el valor de los datos se ha convertido en su activo más valioso para mejorar las operaciones y satisfacer las demandas de la industria. De acuerdo a Forrester, compañía de investigación de mercado, en promedio, entre el 60% y el 73% de todos los datos dentro de una empresa no se utilizan para el análisis, lo que afirma la necesidad de contar con políticas para la gestión y protección dentro de cada sector productivo.
Además de satisfacer las diversas demandas de los consumidores, los fabricantes de alimentos y bebidas también se enfrentan a desafíos que comprometen la seguridad de los alimentos y de sus datos, como lo afirma Marcelo Sereno, Gerente de Industria de Consumo para Latinoamérica de Rockwell Automation: “Durante los últimos tres años, la industria de alimentos y bebidas ha sufrido algunos ataques que les ha costado mucho, por esto se han comprometido en implementar evaluaciones y mitigaciones de riesgos en sus procesos.”
Seguridad cibernática
Por otro lado, las soluciones de ciberseguridad han habilitado de manera eficiente la alta disponibilidad de datos y la capacidad de un acceso remoto para esta industria durante la situación actual de confinamiento, permitiendo cubrir las necesidades de sus consumidores. No obstante, Rockwell Automation destaca una variedad de capacidades y controles que les permiten a las empresas responder y adaptarse a amenazas emergentes enmarcadas en tres áreas clave:
La higiene cibernética: Es necesario comenzar con un inventario en profundidad de los activos conectados en la planta, crear programas que encaren las vulnerabilidades y emplear mecanismos para el respaldo y la recuperación de todos los activos críticos.
La estrategia de defensa en profundidad: Las organizaciones deben desarrollar su seguridad partiendo de la idea de que cualquier punto individual de protección probablemente podrá ser neutralizado por los atacantes, por esto, una estrategia de defensa en profundidad crea varias capas de protección mediante barreras físicas, electrónicas y procedimentales para brindar una mayor seguridad.
La planificación frente al ciclo continuo de los ataques: En un panorama tan complejo y cambiante en cuanto a amenazas, la vigilancia constante es fundamental. Por ese motivo, las organizaciones deben contar con sistemas que monitoreen y detecten todo comportamiento de la red para poder reaccionar, ajustar el sistema e impedir las posibles amenazas de los ataques.
Otras consideraciones
En un ambiente conectado como el actual, la seguridad física y la ciberseguridad están unidas inexorablemente. “Muchas de las compañías no tienen el conocimiento de cuáles son sus riesgos actuales y por donde deberían empezar a implementar proyectos de integración y de ciberseguridad. Desde Rockwell Automation acompañamos a las empresas de alimentos y bebidas en la evaluación de la situación actual de riesgos hasta la implementación del plan de ciberseguridad, con el fin de proteger su marca, su reputación y sus intereses financieros”, menciona Marcelo Sereno, Gerente de Industria de Consumo para Latinoamérica de Rockwell Automation.
Las innumerables ventajas de la fabricación inteligente tienen un precio: es necesario un enfoque más global sobre la seguridad. La conectividad continua y los dispositivos inteligentes son los catalizadores de la fabricación inteligente, pero también pueden ser una puerta de entrada a nuevas amenazas de seguridad. Además, estas amenazas cibernéticas pueden interrumpir rápidamente las operaciones y resultar en ingresos perdidos para las empresas.
De esta manera, la seguridad debe adoptarse de manera integral en la industria, por eso es necesario que se extienda desde la empresa hasta el nivel de la planta, contemplando todos los dispositivos, los riesgos para el personal, los procesos y las tecnologías para blindar la eficiencia del negocio.