La lucha contra el coronavirus continúa en todos los frentes. Uno de estos está a cargo de la comunidad científica y los diversos estudios relacionados al Covid-19, ya sea para la elaboración de vacunas u otros fármacos contra el virus.
Ahora, un estudio de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, ha identificado varios fármacos que ya se utilizan para otros fines, incluido un suplemento dietético, que han demostrado bloquear o reducir la infección del SARS-CoV-2 en las células.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science, utiliza el análisis de imágenes basado en inteligencia artificial de líneas celulares humanas durante la infección con el nuevo coronavirus. Las células se trataron con más de 1.400 fármacos y compuestos individuales aprobados en Estados Unidos, antes o después de la infección viral, y se analizaron, dando como resultado 17 posibles resultados.
Según recoge El Confidencial, diez de esos resultados fueron reconocidos recientemente, y siete fueron identificados en estudios previos de reutilización de fármacos, incluido el remdesivir, que es una de las pocas terapias aprobadas por frente al Covid en pacientes hospitalizados.
El equipo validó los 17 compuestos candidatos en varios tipos de células, incluidas células pulmonares humanas derivadas de células madre, en un esfuerzo por imitar la infección del tracto respiratorio por el SARS-CoV2. Nueve mostraron actividad antiviral a dosis razonables, entre ellas la lactoferrina, una proteína que se encuentra en la leche materna humana y que también se puede adquirir sin receta médica como suplemento dietético derivado de la leche de vaca. Los primeros datos sugieren que esta eficacia se extiende incluso a las nuevas variantes del SARS-CoV2, incluida la variante Delta, altamente transmisible.
El equipo va a poner en marcha ensayos clínicos del compuesto para examinar su capacidad de reducir la carga viral y la inflamación en pacientes con infección por el SARS-CoV2. Sorprendentemente, esta investigación también ha identificado una clase de compuestos denominados inhibidores de la MEK, típicamente prescritos para tratar el cáncer, que parecen empeorar la infección.
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