Todo parece indicar que el coronavirus nos seguirá acompañando bastante tiempo más. La comunidad científica coincide en que el Covid-19 se convertirá en un virus respiratorio endémico, como ya lo es, por ejemplo, la gripe.
Los motivos de que el coronavirus siga existiendo se explican, a juicio de los expertos, porque la vacunación no eliminará por completo el SARS-CoV-2 y probablemente el virus evolucionará para seguir contagiando de forma más leve, aunque “sin matar al huésped”.
“Probablemente veremos una evolución del virus. El virus se irá adaptando”, dijo la especialista del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol en Badalona (Barcelona), Beatriz Mothe, según recoge la plataforma Sinc.
Por un lado, las vacunas previenen de las formas más graves del Covid-19, pero aún no han demostrado que sean capaces de cortar de raíz la transmisión del virus, ni cuánto durará la inmunidad provocada por la vacuna. En este sentido, los científicos recuerdan que a lo largo de la historia los programas de vacunación solo han logrado acabar por completo con dos enfermedades: la viruela y la peste bovina, que no afectaba a los humanos, pero provocó una gran escasez de alimentos, recoge 20 Minutos.
Los especialistas explican que los virus necesitan un huésped como los humanos para replicarse y sobrevivir, por lo que su lógica evolutiva no es la de matar al huésped, sino la de continuar infectando para reproducirse en él. “Este virus ha venido para quedarse, vamos a seguir conviviendo con él”, aseguró la viróloga del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC), Sonia Zúñiga.
Además, los expertos señalan que el final de la fase aguda de la pandemia llegará con la generalización de la vacunación, que debe extenderse a todo el mundo. Y es que, hay estudios que calculan que esto no sucederá hasta 2024 por la distribución desigual de dosis, según el Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke (Estados Unidos).
A partir de entonces, según la hipótesis de una proyección publicada a principios de 2021 en la revista Science, el virus circularía menos y causaría síntomas menos graves. Los autores de este estudio asemejan el SARS-CoV-2 a otros cuatro coronavirus, “primos hermanos” suyos, que causan el resfriado común; y lo diferencian de sus antecesores SARS-CoV y MERS-CoV, que emergieron en 2002 y 2012.
La fase pospandémica estará influenciada por factores como la reinfección, la estacionalidad y la competición con otros virus para imponerse sobre ellos, según otro trabajo publicado a finales de 2020, también en Science.
Por otra parte, los científicos han avisado de que la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2 puede “complicar el panorama”. A pesar de que muta menos que otros virus, como el de la gripe o el del VIH, ya han surgido nuevas variantes más contagiosas, pero no más mortales, cuyas mutaciones se concentran en la proteína S de su corona para engancharse mejor a las células humanas y continuar infectando.
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