Para la mayoría, la ducha diaria es un deber. Muchos no ceden a no ducharse una o hasta dos veces en el día. Una ducha rápida, un lavado de pelo, además de la cara, hidratante, aplicar el maquillaje, usar desodorante, y qué otras cosas más, es la rutina de cada mañana. ¿Pero que pasaría si no nos ducháramos durante un día? ¿una semana? ¿o un mes?
Para estas dos mujeres del blog de belleza Total Beauty, esta rutina diaria se vio perturbada cuando la pareja no se duchó durante un mes entero.
Jill Provost, editora en jefe, y Jessica Amaris, asistente editorial, renunciaron a todos sus productos de higiene, limpieza y belleza.
La única excepción fue Mother Dirt AO + Rocío. Un aerosol probiótico que promete restablecer las buenas bacterias en la piel, por lo que no es necesario ducharse más.
"Recuperas las bacterias buenas para tu piel. Equilibra tu piel. Reduce el uso de productos. Reduce el uso de agua."
De acuerdo a su sitio, se supone que se rocía en cualquier lugar una vez al día, después de hacer ejercicio, a la hora de dormir, o después de la ducha, con el fin de reducir tu uso del agua.
Las reglas del experimento de Provost y Amaris eran bastante extremas: prohibido el jabón de manos, jabón desodorante, champú, champú seco, loción, bálsamo para los labios, toallitas húmedas para bebés, maquillaje o cualquier otro producto que tocará la piel o el cuero cabelludo. No se le permitió entrar en los baños, duchas, bañeras de hidromasaje, o piscinas.
Solo podían utilizar el spray de Mother Dirt por todo el cuerpo dos veces o más por día, enjuagar la cara, las axilas y la ingle con agua cada tres días.
"Los microbios beneficiosos necesitan semanas para para colonizar y prosperar… Para ayudar a acelerar el proceso, teníamos que eliminar todas las variables que pudieran poner en peligro a mis cultivos", incluyendo productos de belleza convencionales y los elementos que contienen conservantes o propiedades antibacterianas, cuenta Provost.
En su cronología detallada de su mes sin ducha, Provost admite que ya olían bastante por el segundo día y por el tercero, ya sentían asco.
En cuanto a Amaris, que es deportista diaria y ejercita en el almuerzo todos los días, esto fue un experimento muy duro. Para el cuarto día, se podía oler desde lejos.
Después de un mes de amontonar quejas de sus seres queridos y colegas, y sintiéndose increíblemente conscientes de sí mismas (el olor ya lo hacia patente), terminaron con éxito su experimento.
Amaris sufrió inicialmente un "caso importante de acné quístico", pero al final su piel parecía "mejor de lo que la había tenido en meses".
Provost experimentó una fuerte caspa, grasa de pelo considerable, y, obviamente, un olor personal potente, pero esto es lo que es realmente interesante: la psoriasis del cuero cabelludo desapareció durante el experimento, la cual volvió cuando uso champú nuevamente. Su piel se veía mejor, posiblemente debido a la falta de maquillaje.
Puedes encontrar toda la experiencia con detalles aquí y quién sabe si te animas a seguir este experimento.