Hace tiempo atrás, en 1986, se encontraba una exposición muy conocida en Vancouver llamada "La Expo de Vancouver" o también nombrada como "La Exposición Universal". Enorme, y reconocida dentro del mundo de las ferias, con el tema de "Exposición Mundial de Transporte y Comunicación".
La feria comenzó en mayo y se desarrolló hasta octubre de ese año con diferentes stands y pabellones los cuales representaban a 54 países y miles de corporaciones. Cada uno de los innovadores pasillos fue diseñado por una compañía específica y todos tenían su toque único. Uno de los lugares más originales y que verdaderamente se destacó entre el resto de la feria, fue el McBarge: ¡un McDonald's Flotante!
Hace 30 años, este restaurante flotante era lo más comentado en una multitud compuesta por miles de personas, las cuales habían llegado de todas partes para visitar este único e innovador McDonald's. Las multitudes se alinearon afuera para poder experimentar el lujo y la comida rápida en el agua. McDonald's era ambicioso, por decir lo menos, y el lujo junto a la innovación era uno de las principales características que la cadena de comida rápida trataba de representar.
Por desgracia, poco después de la exposición al McBarge fue rápidamente olvidado.
McDonald's era diferente a cualquiera de estas características. No había nada parecido a ese lugar y fue diseñado con una náutica moderna. Era tan único, que las personas viajaban de diferentes partes del mundo para tener una experiencia única en este McDonald's diferente a cualquier otro.
El primer McDonald's flotante costó $8 millones,y se comercializó como una experiencia de lujo para los ricos que estaban rechazando cada vez más la comida rápida.
El diseño interior definitivamente no decepcionaba, con pisos de madera, plantas reales, y ventanas panorámicas que permitían al cliente disfrutar de hermosas vistas del mar abierto y el entorno de lujo.
El McDonald's flotante conocido como McBarge, también contaba con una cocina oculta y comida que llegaba a través de cintas transportadoras, agregando puntos a la experiencia culinaria única.
Posterior a la exposición, el restaurante flotante fue rápidamente olvidado.
Las condiciones ambientales y elementos naturales arruinaron lo que alguna vez fue una atracción tan querida. El McBarge ha sido abandonado y dejado flotando en el agua poco a poco siendo recuperada por los elementos.
Fotógrafos y exploradores urbanos disfrutan yendo al restaurante abandonado para fotografiar, experimentar y documentar el interior de la atracción una vez lujosa y popular.
El interior del McDonald's flotante ha sido saqueado y despojado de cualquier valor. Los interiores están empezando a desmoronarse, y el restaurante se encuentra abierto y expuesto a las condiciones climáticas.
Muchos locales han dado algunas ideas muy valiosas sobre lo que debe hacer esta barcaza única. Algunas de estas ideas incluyen un refugio, un nuevo destino a la orilla del río, o algún tipo de tienda flotante. El viejo McBarge es demasiado interesante como para dejarlo hasta que se pudra. Este lugar se merece una segunda vida.
De cualquier manera, es triste ver el Mcdonalds flotante, una vez amado, sin uso ni utilidad.