Kanye West pasa por uno de los peores momentos de su vida. El rapero no solo fracasó estrepitosamente en su carrera hacia la Casa Blanca, consiguiendo poco más de 60.000 votos, sino que en estos momentos está lidiando con los detalles de su divorcio de Kim Kardashian. A todo esto hay que añadir una nueva demanda que le ha caído por parte de sus exempleados por una millonaria suma.
Además sus intenciones fallidas de ser presidente de Estados Unidos o su matrimonio, ahora roto, con Kim, West se ha hecho famoso estos últimos años por su renacido fervor religioso. El músico y su familia acudían cada domingo a un imponente servicio que el artista organizaba, con decenas de cantantes y una gran puesta en escena. Sin embargo, en un momento en que todas las facetas de su vida parecen ir a la deriva, ahora esta también le está dando disgustos. Porque alrededor de 800 de esos empleados han puesto dos demandas colectivas por sueldos impagos por las que puede tener que llegar a pagar 30 millones de dólares.
Durante 2019, el artista de 43 años llevó sus misas dominicales por todo Estados Unidos, grandilocuentes espectáculos llenos de música y oración. Supo cómo hacer negocio de aquello y su conversión al cristianismo se tradujo en discos y líneas de ropa. Ahora se conoció que los trabajadores de las mismas lo denunciaron porque no les pagó todo lo prometido, ni se hizo cargo de las horas extras, según informó el diario The Sun, que tuvo acceso a las demandas.
La empresa West Brands, sociedad limitada con sede en Delaware y dependiente del músico, recibió dos demandas a 29 de enero, la primera por parte de 500 artistas, peluqueros, cantantes, músicos, maquilladores, estilistas, diseñadores de vestuario y coreógrafos, entre otros, y la segunda por 300 empleados de personal técnico. Sin embargo, fuentes relacionadas con las causas aseguraron al medio antes citado que esto es solo “la punta del iceberg” y que se sumarán más gente y más causas; de hecho, los abogados calculan que en total hasta 1.000 personas se unirán a la queja.
Una fuente legal afirma que hay “cientos de personas en ello, pero están hablando con muchos, muchos más. La gente está muy enfadada por cómo se les ha tratado, diciendo que ha sido su peor experiencia”. En la primera página de uno de los documentos—también filtrados por el diario británico— se pueden leer los distintos motivos de la demanda: falta de pagos corrientes y de horas extras, de proporcionar pausas para las comidas, de dar los descansos adecuados, de pagar o de realizar prácticas empresariales ilegales.
Esa misma fuente legal que cita The Sun afirma que hay mucha gente implicada en el asunto que está deseando hablar sobre esos “momentos horribles” que vivieron en la empresa de West. Lo que tratan de demostrar ahora es que West fue el empleador de todos ellos. “Nadie sabe cómo de implicado estuvo Kanye, si sabía qué estaba pasando o si todo fue de último minuto, con trámites mal hechos. Tanto si fue accidental como si fue una mala gestión o hecho a propósito, es un caso muy potente”. Si llegara a un acuerdo, West pagaría alrededor de un millón de dólares, pero si no podría llegar a desembolsar esos 30 millones de dólares.
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