La queratosis pilaris o queratosis folicular, es una afección benigna de la piel por la que algunas zonas del cuerpo, como los brazos, las piernas o los glúteos tienen una apariencia constante de “piel de gallina”.
Los folículos pilosos están obstruidos, abultados y los pequeños bultos y protuberancias que se forman alrededor del vello recuerdan en apariencia a cuando se nos eriza la piel por frío o emoción. Sin embargo, la queratosis no tiene nada que ver con la piloerección, que es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo.
Esta afección cutánea está causada por la acumulación de queratina, una proteína que protege la piel de infecciones y sustancias que pueden ser perjudiciales nocivas. Esta acumulación de queratina obstruye los folículos pilosos y provoca, además del abultamiento de los folículos, manchas irregulares y ásperas en la piel.
Entre sus síntomas más comunes está la aparición de pequeños bultos o protuberancias alrededor de los folículos pilosos, que no provocan ni picor ni dolor y están más presentes en la parte superior de los brazos, los muslos, las mejillas y los glúteos, además de resequedad de la piel en las zonas afectadas.
Los síntomas suelen empeorar en las estaciones con baja humedad (invierno) y mejoran cuando la humedad aumenta (verano). A veces va asociada a la dermatitis atópica y a la piel seca. Y es tan común, que se calcula que afecta a entre el 50 y el 80% de los adolescentes y hasta el 40% de los adultos. Es más común en la niñez, empeora con la pubertad y mejora con la edad.
El origen de esta afección es desconocido, pues no se sabe qué origina esta acumulación de queratina. Lo que sí se sabe es que es hereditaria, pues suele pasar de padres a hijos.
La queratosis pilar por sí misma no es peligrosa ni contagiosa ni causa molestias como picor o escozor, por lo que no es necesario un tratamiento. Sin embargo, puesto que la piel puede verse seriamente afectada a nivel estético, sí puede dar lugar a problemas de autoestima.
Para tratarla, una de las mejores soluciones es la exfoliación con productos certificados para este procedimiento y la hidratación externa con cremas, aceites y otros similares.
Además de estos tratamientos, podemos llevar a cabo en casa una serie de cuidados, como utilizar un humidificador durante las estaciones secas, bañarnos con agua tibia y evitar la fría o demasiado caliente, o no llevar prendas que se ajusten mucho en las zonas afectadas, recoge 20 Minutos.
También es recomendable cuidar la alimentación, que esta sea rica en frutas y verduras, vitamina D y ácidos grasos esenciales. Algunos estudios sugieren que la queratosis podría estar relacionada con algunas intolerancias y aconsejan eliminar el gluten de la dieta podría mejorar el aspecto de la piel con queratosis, pero debido a la falta de evidencia, lo más recomendable es evitar el gluten -o cualquier otro alimento- solo en casi de estar diagnosticado con enfermedad celiaca u otra intolerancia.
La buena noticia es que, lo más habitual es que la queratosis vaya desapareciendo o mejorando mucho con la edad, por lo que es poco habitual ver a alguien con más de 30 años con una queratosis pilaris muy acentuada.
Foto: Wikimedia.