Para bajar de peso, las tres únicas cosas que hacen falta se pueden resumir en fuerza de voluntad, dieta sana y equilibrada y ejercicio físico regular. Aunque es francamente difícil saber qué es lo que más te conviene en relación a tu forma física y los resultados que esperas.
Sin embargo, hay un sencillo truco que todos, independiente de sus necesidades, pueden hacer para llevar de mejor manera el proceso. Las hermanas Lyssie y Tammy Lakatos, dietistas de éxito, más conocidas por el sobrenombre de “The Nutrition Twins” (“Las gemelas de la nutrición”), aconsejan que la clave está en pesarse todos los días.
Según ellas, esta simple rutina puede aumentar las posibilidades de conseguir éxito en el menor tiempo posible. “Cuando comienzas tu travesía hacia la pérdida de peso, debes establecer un punto de referencia”, aconsejan en la revista Eat This Not That. En realidad, es algo bastante obvio, ya que si empiezas directamente sin estudiar previamente en qué situación te encuentras, es probable que acabes dando pasos de ciego.
Una vez que tomes esta referencia la podrás usar a lo largo del tiempo. “Cuando el número cambia, la mayoría de las personas acometen medidas de inmediato para ajustar sus comportamientos alimenticios a esta serie de variables”, aseguran las gemelas. “Pesarse de forma regular es la mejor manera de responsabilizarse del proceso y mantener las cosas bajo control”, agregan.
Pero no solo es una medida de control, sino también un reforzador positivo de la decisión que has tomado de bajar de peso. “Es muy motivador ver cómo la aguja se mueve más hacia abajo o bien los números descienden”, recalcan las expertas. “A muchas personas esto les puede llegar a motivar de verdad para seguir avanzando y progresando en sus objetivos de adelgazamiento”.
Según un estudio del Registro Nacional de Control del Peso estadounidense, el 75% de las personas que lo consiguen y no recuperan los kilos se pesan al menos una vez por semana. Este estudio se realizó gracias a la recopilación de datos de personas a régimen durante más de 25 años. Al comienzo de la prueba, se planteó el desafío a los participantes de perder el 10% de su peso corporal sin darles ningún consejo o restricción dietética. ¿Cuáles eran los únicos términos de su acuerdo? Subirse a la báscula todos los días.
“Si te pesas de forma regular te estás obligando a ser consciente de la conexión que tiene tu alimentación con el peso”, asegura David Levitsky, profesor de nutrición. “Antes se solía pensar que no debías pesarte a diario, y ahora es justo lo contrario”. También hay que saber llevarlo con precaución para evitar que se convierta en obsesión.
Si crees que eres una persona que se puede llegar a obsesionar con facilidad, es mejor que optes por otros métodos o intentes controlar el número de veces que acudes a la báscula. Como aseguran las gemelas Lakatos, vale tan solo con pesarse una vez a la semana. Además, si abusas de esta técnica, puede que te desanimes al ver que los resultados no llegan tan rápido como lo esperado.
“Pesarse todos los días podría ser perturbador, ya que al fin y al cabo tu peso corporal fluctúa de manera natural”, señalan. “El peso añadido del agua que consumes, las hormonas o el número de veces que vas al baño pueden hacer que la báscula arroje un número más alto en un día y más bajo en otro, incluso si has estado quemando grasa corporal”. La clave, por tanto, está en “prestar atención a la tendencia de pérdida de peso, no en el número que aparece”.
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