Los países latinoamericanos con mayor porcentaje de adultos no bancarizados suelen demandar más productos financieros que sus homólogos de países más bancarizados, así lo revela un estudio de Mambu.
Esta es una de las conclusiones que arrojó la encuesta realizada por Mambu, core nativo en la nube líder en banca digital, a 1,250 latinoamericanos de entre 18 y 35 años.
El objetivo de la investigación de Mambu era conocer mejor los factores que motivan a los jóvenes adultos a elegir un banco o un neobanco y qué es lo que los convierte en clientes leales.
Los resultados del estudio se presentan en cuatro informes, el primero de los cuales concluye que los jóvenes adultos son muy fieles a sus instituciones preferidas, mientras que el segundo informe profundiza en los factores que propician la influencia del boca a boca.
El tercer informe, ¿Qué productos y servicios utilizan?, encontró que en los países con mayor población bancarizada los jóvenes tienden a utilizar menos productos y servicios en comparación con sus contrapartes en los países menos bancarizados.
Además, los neobancos, que se caracterizan por no tener presencia física, tienden a realizar más ventas cruzadas de productos que sus homólogos tradicionales.
En Chile, por ejemplo, alrededor del 74% de la población está bancarizada, según datos del Banco Mundial, una cifra elevada si se considera que la mitad de América Latina en su conjunto no está bancarizada. Según el informe, el 97% de los encuestados bancarizados en Chile señaló que su banco principal era una institución tradicional (tiene tanto sucursales físicas como presencia digital), aunque el país se situó en una posición comparativamente baja en cuanto al promedio de productos utilizados por persona, en 2.4.
Por ejemplo, en el país vecino, Argentina, cerca de la mitad de la población está bancarizada, pero el 21% de esas personas bancarizadas dijo que su banco principal era un neobanco. En este país, el promedio de productos utilizados por persona fue de 3.06 y, en este caso, el 43% de los encuestados afirma que el producto que más utiliza son las tarjetas de crédito.
En comparación con estos dos ejemplos, en Colombia, donde alrededor del 46% de la población está bancarizada, únicamente el 13% dijo que su institución principal es un neobanco y las personas utilizan un promedio de 2.45 productos financieros. El producto financiero con mayor demanda en este país son las cuentas de ahorro que alcanzan el 80%.
En comparación con estos dos ejemplos, en Perú, donde alrededor del 43% de la población está bancarizada, sólo el 3% señaló que su institución principal es un neobanco y en promedio las personas utilizan 2.83 productos financieros. Además, Perú lidera la demanda de productos relacionados con los préstamos con un 20%.
La tarjeta de débito fue el producto más demandado, aunque factores como las tasas de bancarización y la popularidad de los neobancos a nivel país podrían condicionar la demanda. De hecho, la demanda de billeteras digitales fue alta en Argentina (35%) y Colombia (31%).
En cuanto a los servicios financieros, los pagos siguen siendo populares en toda la región, aunque la demanda no es uniforme. Por ejemplo, en Perú, los tres principales servicios financieros fueron: Realizar pagos, Pago y retiro de depósitos y Transferencias P2P.
Mientras que los habitantes de los países más bancarizados solicitaban principalmente cuentas de ahorro y tarjetas de débito, los de los países menos bancarizados querían esos productos y otros más, incluyendo cuentas corrientes, billeteras digitales, cuentas de crédito y de depósito en sus carteras financieras.
En Chile, país muy bancarizado, cuando se les solicitó que seleccionaran todos los productos que utilizaban de sus bancos principales, el 90% de los encuestados respondió que utilizaba tarjetas de débito.
En Colombia, país menos bancarizado, sólo el 47% dijo que utilizaba tarjetas de débito, aunque el 80% señaló que utilizaba cuentas de ahorro, en comparación con el 39% en Chile.
“Los adultos jóvenes de hoy serán los ejecutivos lideres del mañana, dirigiendo áreas de operaciones, finanzas e informática (entre otras) y otros tomarán decisiones de impacto público, es de esperarse que a medida que avancen en sus respectivas carreras no retrocederán a métodos bancarios desactualizados, especialmente cuando los países no bancarizados sean cada vez más inclusivos desde el punto de vista financiero”, afirmó Juan Pablo Jiménez Isaza, vicepresidente regional de Mambu América Latina.
“La demanda de tarjetas de débito de hoy puede crear una demanda de otros productos en el futuro. Sólo una entidad financiera con gran capacidad de respuesta que funcione con un core nativo de la nube puede adaptarse con la suficiente rapidez para tener éxito a medida que los jóvenes adultos expertos en tecnología se conviertan en líderes globales”.