A lo largo de la historia el Perú ha demostrado ser un país de oportunidades y recursos, sin embargo, existen grandes posibilidades que se han convertido en problemas complejos debido a la mala gestión y toma de decisiones. En línea con lo mencionado, el proyecto Majes Siguas II es un claro ejemplo. La iniciativa comenzó en 2010 con una inversión inicial de 550 millones de dólares y una fecha de finalización planteada para 2014. Ahora, casi una década después de la fecha prevista, el proyecto se encuentra paralizado con una inversión que ha aumentado a 750 millones de dólares.
Majes Siguas II prometía impulsar la economía de la región de Arequipa y del país en general, pero lamentablemente a la fecha se ha convertido en un obstáculo. Recientemente la empresa Cobra, encargada de la ejecución, ha solicitado un arbitraje internacional. Por otro lado, el Gobierno Regional de Arequipa no ha cumplido con su compromiso de mantener el proyecto anterior Majes Siguas I. El resultado hasta el momento ha sido lesivo: tres licitaciones internacionales fallidas y un expediente técnico desestimado en su intención.
Pero el costo de la incompetencia va más allá de los dólares gastados; tiene un impacto que influenciaría positivamente en la economía del país. Se estima que Majes Siguas II crearía 250 mil puestos de trabajo y a la fecha habría generado ingresos por 9 mil millones de dólares para la región. Cada día que pasa sin que este proyecto se complete, las familias peruanas pierden oportunidades de empleo, ingresos y, sobre todo, la posibilidad de un futuro mejor.
“Es lamentable que en todos estos años se haya avanzado poco o nada. Lo más frustrante de todo es que la incompetencia técnica y politización del proyecto hayan eclipsado el verdadero potencial que este tiene para la región y el país. En lugar de centrarse en cómo llevarlo a buen término, las discusiones se han enredado en detalles técnicos y legales, perdiendo de vista el objetivo más grande: el bienestar de la población”, señala Andrés Gonzáles, Country Mánager de Antroproyectos – Perú.
A pesar del panorama desalentador, no todo está perdido. El Perú sigue siendo un país de inmensas posibilidades. Con una gestión más competente, como la que podría ofrecer el Gobierno Central o la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), aún hay esperanza de que proyectos como Majes Siguas II puedan cumplir su promesa, lo que evidencia que los Gobiernos Regionales no han demostrado capacidad para afrontar este tipo de responsabilidades.
“Esperamos que nuestro país no siga por la vía del desencanto, donde las oportunidades desencadenan en problemas; sino la de buscar soluciones lideradas por una mejor capacidad de gestión para transformar las dificultades en posibilidades. Lo que necesitamos es la voluntad política y la comprensión profunda de cómo estos retrasos basados en la falta de competencia devienen en elevados costes sociales que siguen impidiendo el cierre de brechas en el país”, agrega el ejecutivo de Antroproyectos.