Cuando se trata de lugares escalofriantes, dudo que se te venga a la cabeza un túnel de trenes de los 1800s. Dicho eso, el túnel Hoosac no es un pasadizo cualquiera. Este túnel, ubicado en Massachusetts tiene una larga y sangrienta historia, por lo que no es de extrañar que las almas de los hombres que murieron durante su construcción todavía vivan en él.
Los trabajos en el túnel Hoosac comenzaron en 1851. Fue creado para conectar la parte oeste de Massachusetts con la Nueva York septentrional. Después de que la construcción partiera, sin embargo, las cosas se volvieron mortales.
Al menos 200 trabajadores murieron mientras trabajaban en él. Muchas muertes fueron causadas por las explosiones que se usaron para excavar.
Uno de los casos más impactantes ocurrió en Marzo de 1865. Ese año, tres expertos en explosivos ?Ned Brinkman, Billy Nash y Ringo Kelley? decidieron que usarían nitroglicerina, la que recién había sido inventada, para hacer más espacio para construir.
El plan era ubicar los explosivos y luego retroceder hasta un refugio de hormigón para protegerse de la explosión. Kelley logró llegar a un lugar seguro, pero los otros dos no. Algunos creen que Kelley llegó al refugio primero y detonó los explosivos prematuramente, intencionalmente matando a los otros. Depués del incidente, Kelley desapareció sin dejar rastro. Un año después, su cuerpo fue encontrado en el lugar exacto donde Brinkman y Nash fueron asesinados. La policía determinó que Kelley fue estrangulado, pero nunca hubo sospechosos.
En los años siguientes, los trabajadores reportaban frecuentemente que escuchaban voces extrañas que venían desde bien adentro del túnel.
Las voces fueron tan macabras que muchos trabajadores simplemente se rehusaron a entrar al túnel después de la puesta de sol. Como puedes imaginar, el miedo comenzó a comprometer la construcción. En 1868, la compañía contrató a un investigador privado para determinar el origen de los extraños sonidos. Este investigador caminó alrededor de tres kilómetros una noche que escuchó gritos de un hombre adolorido. Nadie más estaba en el túnel.
Después de poco tiempo, en la mitad de la jornada laboral, una explosión de gas causó un colapso parcial.
La explosión destruyó una estación de bombeo que mantenía al túnel sin agua, y los escombros mataron a 13 personas. De todas formas, la construcción siguió en el túnel, y los espíritus de los hombres que murieron en la explosión comenzaron a perseguir a los trabajadores. No fue hasta que pudieron retirar y enterrar los cuerpos que los sonidos extraños y las apariciones cesaron.
A pesar de la finalización del túnel, los encuentros fantasmales en el área siguen afectando a los visitantes. Los vecinos del túnel Hoosac nunca se quedan sin historias de terror para contar.
El túnel está en operaciones aún, pero es usado usualmente por trenes de carga. La gente dice que los fantasmas aman tener visitantes, así que si alguna vez estás cerca del túnel Hoosac, para y saluda.