En estado de coma, sin oxígeno y en peligro inminente de muerte, así se encuentra la industria de bodas y eventos sociales (no masivos, ni deportivos) en nuestro país. La pandemia ha generado catastróficas pérdidas en el rubro, las mismas que ascienden a casi 2,000 millones de soles, desde marzo del 2020 a la fecha en que prácticamente han dejado de existir para el Estado. Así están las cosas, el sector está a punto de desaparecer y espera el tiro de gracia debido a que es el último de la cola de la reactivación productiva, mientras otras industrias similares ya operan sin contratiempos.
Según Lynda Lamadrid, miembro del Comité Interinstitucional de la Cámara de Profesionales de Eventos (CAPEV) y Coordinadora Nacional de Comunicación y Prensa de Proeventos, la mesa nacional de emergencia que trabaja para la reactivación de ésta industria; son más de 220 mil empresarios eventistas y alrededor de 1 millón de personas dependientes en toda la cadena, entre trabajadores directos e indirectos, quienes se han visto perjudicados por el “total desconocimiento de la naturaleza de nuestra industria por parte del Estado. PRODUCE ha hecho ya su parte, pero en este momento la decisión está en manos del Ejecutivo”.
Mientras en países vecinos como Argentina, Chile o México ya se produjo la reactivación del sector, aquí en nuestro país, dice Lamadrid, “la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) decidió encarpetar no sólo nuestro protocolo sanitario sectorial -que elaboramos con nuestro propio peculio y sin apoyo de nadie-, sino también, nuestro expediente con opinión favorable del Comité Multisectorial para regresarlo a PRODUCE, cuando ellos ya hicieron lo que tenían que hacer.”
Lamadrid indica que “así como se han autorizado los conciertos, también se ha dado luz verde a los eventos denominados profesionales y empresariales que no son otra cosa que los eventos corporativos que casi tienen las mismas características que los nuestros. Lamentablemente, nosotros somos los grandes olvidados; encuentro absurdo que un recinto pueda recibir personas que no se conocen en lo absoluto que, pagando una entrada pueden asistir a un evento donde se aglomeran y no hay control, mientras que los eventos sociales donde los asistentes son familiares o un círculo cercano, todos vacunados y con el uso debido de mascarillas; siguen prohibidos” acota.
Los eventistas agrupados en CAPEV presidida por el Dr. Dante Vassallo Pulido han cursado una serie de documentos y sostenido un sinfín de reuniones de coordinación con diversas entidades del Estado en el propósito de reiniciar sus operaciones. Tanto Vassallo como Mariana Farkas de Pollak, past-president de la institución, Israel Napurí presidente de Proeventos y Lynda Lamadrid han sido partícipes de las largas y tediosas sesiones de trabajo.
Para los empresarios y emprendedores, obligados por la desastrosa situación, la decisión de dejar una actividad a la que se dedicaron por años fue sumamente difícil. “Muchos de nosotros nos hemos visto en la necesidad de vender activos, abandonar locales y almacenes, liquidar personal, entre otras drásticas medidas para poder sobrevivir a ésta pandemia” refiere la vocera.
El panorama es desolador para todos los agremiados del sector quienes hasta ahora no entienden cómo se ha llegado a esta lamentable situación. “La industria está muriendo, mientras otros están operando en clandestinidad. La última carta que nos vamos a jugar para no desaparecer es salir a las calles, si el Estado no reacciona o no presta atención e interés en conocer la naturaleza de nuestros servicios y, en consecuencia, no establece una fórmula de reactivación en el cuidado de la vida y la salud que es también nuestro principal objetivo, (no queremos hacer fiestas COVID ni nada parecido), entonces lo único que van a conseguir es que vayamos a las calles y protestemos ante la instancias debidas”.
Nuestro pedido es muy claro:
- Reactivación de los eventos sociales, al aire libre, sin pista de baile que genere fiesta, con el aforo que el Gobierno determine, con la autorización municipal y las licencias respectivas
- Conformidad del protocolo sanitario de la Industria de Bodas y Eventos Sociales (no masivos, ni deportivos) que fue presentado a PRODUCE para ser aprobado por el Ministerio de Salud, a fin de emitir una Resolución Ministerial a favor de este tipo de eventos.
- Realizar y fortalecer los programas de capacitación a los empresarios eventistas y sus trabajadores para brindar conocimientos y asesorías sobre la adaptación de sus infraestructuras y procesos a las nuevas normas.