La dependencia emocional es siempre un problema. Hay veces en las que las dinámicas de pareja se vuelven tan dañinas, casi sin que nadie se de cuenta, que terminan por desencadenar otros problemas.
Uno de esos casos puede ser cuando se da el denominado “síndrome de la Cenicienta”. La psicóloga Mar Araujo de Mundopsicologos.com, explica que este se refiere “a cuando una mujer tiene miedo a ser y vivir de forma independiente y autónoma”, por lo que buscan y necesitan el resguardo, compañía y sensación de seguridad de una pareja.
“Podríamos decir que se trata de mujeres con un alto grado de dependencia emocional y económica, que depositan su estabilidad psíquica en la formalización de una relación. Este complejo, les lleva a idealizar a la pareja como ‘su príncipe azul’ y se sienten frustradas cuando detectan algún error o defecto en su pareja”, explica Mar Araujo.
Cuando se habla de esta dependencia, se puede dar en cualquier sentido: desde una necesidad afectiva extrema, a una dependencia económica o social. “Estas mujeres tienen la necesidad de agradar y complacer a su pareja, esperando de ellas reconocimiento y aprobación, y cuando ello no ocurre, tienden a la sumisión. Además, sufren un miedo excesivo a la ruptura y al rechazo”, comenta la psicóloga.
Asimismo, asegura que en esta dinámica la mujer tiende a intensificar las virtudes de la pareja, “otorgándoles todo el valor que no reconocen en sí mismas, sintiéndose inferiores y creyendo que son ellos quienes tienen que dar sentido a sus propias vidas”.
Comenta Mar Araujo que este problema lo suelen experimentar mujeres que tienen baja autoestima, así como las que han sido criadas bajo la idea de que solo van a ser felices si viven en pareja, recoge ABC. Además, apunta que también puede darse el caso en personas “que han vivido la sobreprotección de los padres, y por esto no se sienten capaces de resolver sus propios problemas”.
Si una persona identifica que sufre este complejo, es necesaria la ayuda de un profesional, pero también el trabajo interior. Por ello, Mar Araujo deja unas pautas para poder superarlo y tener relaciones más sanas.
1. Potenciar la autonomía y la realización de actividades placenteras para una misma, fomentar las relaciones sociales con otras personas y aumentar el círculo amistoso.
2. Cuidarse más. Trabajar en la relación que tienes hacia ti misma y mejorar tu seguridad es vital para intentar cuidarte por dentro y por fuera.
3. Tomar la iniciativa. Trabaja en tu actitud y deja de lado la pasividad. Recuerda que la clave para lograr lo que quieres en tu vida está en tus manos.
4. Trabajar en la autoestima y el autoconcepto, reforzando la idea de valía, seguridad y responsabilidad sobre una misma. Para poder salir de este bucle es necesario dar pequeños pasitos y asumir responsabilidades. Es la única manera de tomar el control de tu propia vida.
5. Cambiar la forma de pensar acerca del significado que se les otorga a las relaciones de pareja, entendiendo que el amor no es desequilibrio ni dependencia, sino todo lo contrario.
6. Implementar una visión positiva de uno mismo y de la realidad. Para cambiar tu vida debes cambiar los pensamientos que invaden tu mente. Deja de pensar en negativo y sustituye ese flujo por palabras de ánimo que te inciten a tomar el camino de la positividad.
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