El impactado total de la pandemia en la población mundial todavía es imposible de medir. Sin embargo, ya se ha sabido de manifestaciones y reacciones que demuestran el efecto que las cuarentenas extensas en las personas.
Por ejemplo, existe un impacto de la pandemia por Covid-19 en los sueños de las personas, lo que ha derivado en un estudio dirigido por un equipo interdisciplinario de académicos de Australia, Reino Unido y Finlandia. Los “sueños pandémicos” ya son el tema de un libro de ensayos de la investigadora de Harvard Deirdre Barrett, junto con una gran cantidad de artículos de audiencia populares y publicaciones en redes sociales.
“Ciertamente, hubo diferentes líneas de evidencia que inspiraron este proyecto”, aseguró la doctora Jennifer Windt, investigadora senior en filosofía en la Universidad de Monash, que trabajará en el proyecto junto con investigadores de la Universidad de Cambridge en Inglaterra y la Universidad de Turku en Finlandia. “La gente parece estar informando sueños extraños, pero también, en general, parece estar informando que están soñando más y, lamentablemente, a menudo tienen sueños y pesadillas con tonos más negativos. Así que eso fue parte de eso”, agregó.
Los participantes del estudio “Covid on Mind” (Coronavirus en la mente), que será anónimo, llevarán un registro de sueños y realizarán una “tarea diaria de distracción mental” durante un período de dos semanas. Pero primero, se les pedirá que completen un cuestionario de bienestar que examine su estado mental y “preocupaciones relacionadas con el coronavirus específicamente” para dar a los investigadores “alguna medida de cómo les va a las personas, qué tan preocupadas están por el virus y los cambios relacionados al virus en su vida diaria”.
El proyecto interdisciplinario involucra a neurocientíficos cognitivos, psicólogos e investigadores del sueño. “Tenemos personas en el equipo que han trabajado mucho en las emociones y los sueños… la pandemia parece ser una oportunidad ideal para estudiar eso”, sostuvo Widnt.
Para la científica, ya hay un cuerpo de investigación que sugiere que los sueños con “tonos negativos” están asociados con problemas como la ansiedad y la depresión, y se preguntó: “¿Podrían los cambios en los sueños ser un marcador para ayudar a identificar a las personas con problemas de salud mental?”.
Otros investigadores indagarán sobre la cantidad de interacciones sociales que informan las personas, tanto en sus sueños como en sus tareas mentales. “Se ha propuesto que soñar tiene una función posiblemente evolutiva en el ajuste fino de las habilidades sociales”, dijo. “Sabemos que muchas de nuestras interacciones se han vuelto virtuales. Pero, ¿eso tiene un impacto en cómo sueñan las personas?”.
Los investigadores actualmente están reclutando voluntarios para el estudio, y cualquier persona mayor de 18 años que viva en el Reino Unido, Australia o Finlandia puede participar. El estudio estará abierto hasta por 12 meses. El conjunto de datos resultante incluirá más de 1.000 sueños y ensoñaciones, consigna Infobae.
Windt siente especial curiosidad por los sueños y las divagaciones de las personas encerradas. “Obviamente es horrible lo que está sucediendo en Melbourne”, manifestó. Pero, “creo que es un período particularmente interesante para involucrar a la gente y tratar de analizar cómo se relacionan sus sueños con las cambiantes circunstancias externas”.
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