Siempre se ha asociado el sexo y su mayor frecuencia con la felicidad, pero al parecer no es más que un mito. Al menos eso es lo que arrojó una nueva investigación de Carnegie Mellon, que viene a desmitificar este supuesta verdad.
El estudio descubrió que cuando las parejas duplicaron su frecuencia sexual esto se tradujo en menos felicidad así como disminución de la satisfacción sexual y el bienestar. Sin embargo, investigaciones anteriores decían lo contrario: cuando se le preguntó a un grupo de mujeres qué actividad les hacía sentir más felices, calificaron el sexo como la número uno.
Otra encuesta realizada a 16.000 adultos estadounidenses descubrió que cuadruplicar la frecuencia sexual de una vez al mes a una vez a la semana aumentaba la felicidad tanto como tener 50.000 dólares adicionales en el banco.
¿Cuál es la diferencia con la investigación de Carnegie Mellon? Esta no preguntaba por la frecuencia sexual, sino que instaba a realizar el doble de sexo. Los sujetos eran 64 voluntarios casados que ya hacían el amor al menos una vez al mes. Los investigadores de la Universidad de Pittsburgh vigilaron su felicidad en general, su frecuencia sexual y cómo se sentían acerca de cómo hacían el amor. Luego, le dijeron a la mitad del grupo que vivieran sus vidas como de costumbre y le pidieron a la otra mitad que duplicara su frecuencia sexual. Si hacían el amor dos veces al mes, se les sugirió que pasaran a ser cuatro, informa Psychology Today.
El grupo que vivió sus vidas como siempre se mantuvo tan feliz como antes, pero el grupo de sexo más frecuente sorprendió a los investigadores al informar menos felicidad y satisfacción erótica. Tampoco es tan extraño, pues los investigadores parecieron no saber diferenciar entre calidad y cantidad y, al fin y al cabo, uno de los problemas más frecuentes de pareja (y por el que muchas acuden a terapia) es que uno de los dos miembros tiene más deseo sexual que el otro.
La frecuencia sexual de las parejas varía enormemente: las parejas menores de 40 generalmente tienen sexo tres o cuatro veces al mes, mientras que las parejas mayores de 40 lo hacen dos o tres. Si estás haciendo el amor tres veces al mes, duplicarlo arbitrariamente a seis es probable que altere el equilibrio erótico de tu relación, causando estrés y comprometiendo la felicidad y la satisfacción erótica.
El problema del estudio de Carnegie Mellon es que sugiere que la cantidad erótica es más importante que la calidad. Realmente no importa tanto cuántas relaciones sexuales tengas, pero los terapeutas aseguran que lo importante es:
Programarlo
Es un mito que tenga que surgir de manera natural. Sobre todo cuando tienes una rutina muy ajetreada, buscar un momento es importante.
No imitar el porno
En la pornografía, el sexo es 95% genital, y solo 5% besarse, abrazarse y acariciarse. Muchas mujeres aseguran que les cuesta más de 30 minutos ponerse calientes y posponer el coito también ayuda a los hombres a mantener las erecciones.
Ir por turnos
Los orgasmos conjuntos son tan normales como los eclipses solares, así que ayudarse mutuamente para llegar es una excelente opción.
Contar lo que te gusta
La comunicación es importante para mejorar.
Crear una atmósfera erótica
Calentar motores antes con alguna invitación a tener una cita amorosa. Las velas, música y otros artilugios también pueden funcionar.
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