Durante los últimos 9 meses, uno de los temas que más se ha hablado en torno a la conversación sobre las elecciones 2016 de Estados Unidos, es la cara de Ted Cruz.
Muchos la han llamado una cara terriblemente "golpeable": "No sé porqué, pero algo en la cara de Ted Cruz hace que me den unas increíbles ganas de golpearlo", escribió Samantha Cart en Twitter.
Pero ¿por qué existen ganas de golpearle la cara a Cruz? El senador tejano no es el único que sufre de esta incurable condición, el último ranking de "caras golpeable" lleva dentro de sus filas a más de un político norteamericano.
Para llegar al fondo del fenómeno "cara golpeable", Mic habló con Eric Hehman, profesor de Psicología de la Universidad de Ryerson, quién cuenta con una investigación sobre rasgos faciales; Lisa Barrett, profesora de psicología en la Universidad Northeastern, donde estudia emociones; Y con el psicólogo Alexander Todorov de la Universidad Princeton. Aquí tenemos la ciencia detrás de las "caras golpeables"
El origen del término "cara golpeable"
El término no es necesariamente nuevo, de hecho los primeros indicios del concepto vienen del siglo 18, con el término alemán Backpfeifengesicht, que literalmente significa "una cara que pide a gritos un puño en ella".
Según Google Trends, en febrero 2016 es cuando más se ha buscado el término en el megabuscador, esto asociándolo al protagonismo que ha tenido ted Cruz en marco a las elecciones de Estados Unidos este año.
Cuando la cara trabaja en tu contra
Extrañamente, los rostros que consideramos más "golpeables" son los cuales menos podrían resistir a un impacto fuerte. Un estudio biológico demostró que los rostros con características más ancestrales están más preparados para recibir un golpe en la cara. No así los que se conforman con los rasgos que hoy en día consideramos golpeables.
Uno de los top 5 en la lista de rostros golpeables se encuentra el empresario norteamericano Shkreli, sus características faciales son grandes y redondos ojos, corta distancia entre la frente y la boca y una cara muy redonda. Estas son típicos rasgos de lo que llamamos "cara de bebé".
Ahora, nadie quiere pegarle en la cara a un bebé. ¿Porqué los rostros golpeables responden a este estereotipo? Según Hehman, quién estudia rasgos faciales y evaluaciones sociales, las caras de bebé son percibidas como inocentes, excepto cuando es claro que la persona efectivamente cometió un crimen o es culpable de algo, el cual es precisamente el caso de Shkreli.
Otra teoría explicada por Lisa Barret dice que no significa que inconscientemente queramos golpear a un bebé, sino que percibimos estos rostros como más inmaduros lo cual es un gran factor para que los veamos más "golpeables".
Contar con los rasgos faciales equivocados
No existe algún tipo de rostro que universalmente genere un rechazo, pero la investigación nos dice que cada uno se forma una impresión de las personas basándonos mucho en sus rostros.
Todorov creo un gráfico, donde computacionalmente puede mover diferentes rasgos de los rostros para saber cual es la reacción que tiene la gente hacia el. De esta forma, se puede evidenciar cual es combinación de rasgos que podrían crear las caras "golpeables".
El contexto es la clave
El rostro no lo es todo, el contexto es sumamente importante. Las características y rasgos que crean un rostro potencialmente golpeable, combinadas con una actitud presumida o pedante, crearan la perfecta situación para que quieras eliminar la sonrisa de satisfacción de esa persona. Según Hehman, cuando una persona que cometió un error por el cual debe ser castigado, disfruta de haberse salido con la suya, es una situación ejemplo de querer golpear en la cara a alguien.
¿Cómo puedes tener una "cara golpeable" universal?
Cuando se trata de determinar si alguien tiene o no una cara golpeable, el contexto lo es todo. Y considerando que a pesar de rasgos similares, no todos tienen la misma cara, ¿cómo podemos saber cual es el atractivo universal de este tipo de rostros?
La percepción de las personas juega un gran rol, y esto va a definir cómo verán a cada persona. Si bien la construcción del rostro nos da un indicio de cuales son los tipos de caras que más queremos golpear, la experiencia propia en relación a la persona que estamos mirando será crucial.
El tipo de rostro que cada persona tenga puede provocar o no ganas en un tercero de golpearlo, pero finalmente la conclusión a la que llegan los estudios, es que el rostro "golpeable" dependerá de un delicado balance entre el contexto del momento, el conocimiento previo de la persona y su rostro.
¿Conoces a alguien que tenga una "cara golpeable"?