Este es un tema que para varios debe ser bastante común, pero al mismo tiempo es muy preocupante. Existen jefes son flojos, insensibles, irrealistas, regañadores, desmotivadores, entre otros. De hecho, hay superiores que sienten una cierta satisfacción al maltratar a sus funcionarios. El problema de todo esto es que todo ese esfuerzo por dañar la vida de sus empleados provoca rotación del personal y un clima laboral nefasto, teniendo como consecuencia una baja productividad de la empresa.
A pesar de esto los malos jefes siempre existirán y ahora tenemos un detector de estos desfortunados empleadores, y sí, es solo con saber qué te dicen. Mira a continuación y descifra si tú te encuentras en una de estas situaciones.
1. ¿Acaso no haces nada bien?
Esta es una frase que daña directamente la motivación de los empleados. Cuando haya una situación de este estilo, relájate, y pídele a la persona que explique lo ocurrido. Haz que él mismo reconozca su equivocación y proponga soluciones.
2. Que sea la última vez
Esta frase es la típica de un jefe que le gusta amenazar y abusar de su poder. Lamentablemente ésta lo único que provoca es que la persona trabaje con miedo y de manera deficiente.
3. Tienes suerte de trabajar aquí que en otros lados
En primer lugar probablemente no conozcas las políticas laborales de otras empresas y en segundo, si el empleado realmente tuviera suerte de trabajar contigo, no tendrías que decírselo de esa manera.
4. No es mi problema
Hay que escuchar al otro, tratar de entenderlo y saber qué es lo que realmente le pasó. Además, debes asegurarte que efectivamente no sea tu problema, lo que significa que una de tus responsabilidades es proveer todas las herramientas, recursos e incentivos que permitan que el trabajo se realice.
5. Para eso te pago
Esta es una frase muy común dentro de los jefes que sienten un nivel de superioridad casi divina. Con estas palabras le estás diciendo a la persona que es de tu propiedad y que debe hacer lo que tú digas simplemente porque recibe una paga por ello. Si quieres que tu equipo te respete, nunca saques a colación los temas relacionados con los sueldos y tu posición como jefe.
6. Tenemos que recortar gastos
A menos de que tu empresa esté pasando por un momento muy difícil, que ya has comunicado y compartido con tu equipo no digas esta frase. Pero, sobre todo, no recortes sueldos o personal y al día siguiente te aparezcas en la oficina usando un traje nuevo o estrenando un auto último modelo.
7. Así se han hecho siempre las cosas
Es el ?mantra? del jefe obsoleto y nada innovador. En una empresa, al reclutar talento se tiene como principal objetivo justamente eso: cambiar las rutinas y el estatus quo para innovar y crecer. Si un empleado te presenta una idea o una forma distinta de operar, escúchalo y pruébalo. Nunca sabes de dónde vendrá la idea que te genere millones de pesos.
8. No te pago por pensar, te pago por hacer
Nuevamente el jefe que se siente superior y habla sobre salarios para recordarlo. Y lo peor: es el jefe que desmotiva la innovación y el crecimiento de la empresa. Por el contrario, haz que buena parte de las descripciones de puestos incluyan un componente creativo e innovador.
9. No lo entregues hasta que lo hagas bien
Esta desagradable frase muchas veces va acompañada de papeles aventados o tirados a la basura. Este jefe tirano disfruta rebajar a sus empleados y hacerlos sufrir. En lugar, observa bien lo que entregó y da una retroalimentación efectiva que impulse a que la próxima vez la entrega sea correcta, pero no por temor, sino por tu buen liderazgo y conducción.
10. Lo siento, no hay nada que pueda hacer
Es la típica del jefe ?Poncio Pilato?. Ante un posible despido, rechazo de aumento de sueldo u otorgar un permiso, muchos managers usan esta frase para lavarse las manos. Pero como emprendedor, probablemente no sea siquiera cierta. Tú eres quien decide en tu empresa y en tus manos está la satisfacción de tu equipo.
11. Los problemas personales no los traigas a la oficina
Otro recordatorio: un empleado no es una máquina, y por tanto tiene sentimientos, emociones, ambiciones y deseos. Y cuando alguien trabaja, ejecuta con su cuerpo, pero lo logra gracias a la mente y al corazón. Sé un jefe abierto: escucha a la persona y procura ofrecerle tu respaldo.
12. Llegaste 10 minutos tarde
Una cosa es impulsar la puntualidad de tu empresa y otra muy distinta es convertirte en un reloj humano con el fin de regañar a tus empleados. Para que tu empresa sea productiva no debes fijarte en el tiempo que pasa un trabajador sentado en un escritorio, sino en sus resultados.
13. Aquí el que manda soy yo
Los esquemas de trabajo verticales y unidireccionales ya no funcionan. ¿Por qué? Porque los líderes sabios han descubierto que empoderando a sus empleados se consiguen mejores resultados. Si eres un líder, ellos lo sabrán, pero por tu ejemplo, no porque se los digas con altanería.
14. El proyecto/empresa no es tuyo
Craso error decirle a un empleado que aquello que en lo que trabaja no es de su propiedad. Una cosa es que no pueda adueñarse completamente de él y hacer lo que quiera, y otra muy distinta es que no sea parte de su vida. Finalmente, una persona le dedica más de un tercio de su día a un proyecto y hacer que se sientan parte de él es lo único que genera lealtad a la empresa.
¿Y tu jefe cómo te trata a ti? Cuéntanos.