Izumi Forasté Onuma, autora del libro “El secreto japonés del yoga facial”, explica que esta técnica se realiza en Japón desde hace décadas. Este combina unos ejercicios específicos para el rostro con masajes que contribuyen a la mejora de la circulación y la firmeza de la piel. Con una práctica regular, es posible que las arrugas se atenúen y se eliminen los signos de fatiga. Estos dos elementos son característicos de una piel apagada, con falta de luminosidad y de vitalidad. Parece que el yoga facial puede solucionarlo.
Si bien las cremas hidratan y muchas afirman combatir los signos de la edad, ¿verdad que esto por sí solo no nos es válido para el cuerpo? A pesar de utilizar ciertos productos, lo ejercitamos para que se mantenga joven el máximo tiempo. Pero con el rostro actuamos distinto y el yoga facial viene a decirnos que es posible disponer de un truco de belleza totalmente gratuito.
Los ejercicios y masajes en la cara pueden reducir la hinchazón, combatir la flacidez, disminuir las bolsas y ojeras, suavizar la piel y prevenir la aparición de arrugas. Como con el ejercicio físico, conviene llevar a cabo las propuestas a diario para empezar a notar sus efectos. Por hacer los ejercicios un día solo no veremos resultados, pero tras un mes es probable que sí.
Ejercicios en el yoga facial
Algunos de los ejercicios para el yoga facial que Izumi Forasté Onuma explica en su libro son muy sencillos de realizar. Los podemos hacer antes de lavarnos el rostro por las mañanas y no nos llevarán más de 5 minutos. Estos son algunos de los muchos que nos propone para hacer a partir de ahora:
Abrir la boca y soplar: el objetivo es eliminar la hinchazón del rostro por las mañanas, por lo que debemos abrir la boca y luego soplar con los labios casi cerrados como si estuviésemos dando un beso hacia delante.
Girar la boca hacia cada lado: con los labios cerrados y relajados debemos llevarlos hacia un lado de la comisura y hacia el otro. Este ejercicio del yoga facial permite trabajar la línea de la mandíbula.
Mirada entrecerrada: otro ejercicio es mirar con los ojos entrecerrados y moverlos a un lado y al otro. También, debemos hacer esto llevándolos arriba y abajo. Esto ayudará a reducir bolsas y ojeras.
Activar la musculatura de la cara
La clave del yoga facial es activar la musculatura de la cara para que la circulación sanguínea, el drenaje de los líquidos y la estimulación del colágeno tengan lugar. Además, el yoga relaja también en este caso, por lo que todo el estrés que tiene un impacto negativo en nuestra piel puede mejorarse al llevar a cabo estos ejercicios todos los días, consigna 20minutos.
Puede ser interesante probar cómo el yoga facial tiene un impacto en la piel de nuestro rostro, por eso, si ya hacemos yoga podemos incluir estos ejercicios al final de la práctica o al principio. Con el tiempo comprobaremos si son eficaces o si a nosotros no nos terminan funcionando. Eso sí, no debemos olvidarnos de la hidratación de la piel y de aplicar protector solar todo el año.
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